Cruzando la vida

Hubo un tiempo de carreras y sol,
de barrancos, viento y libertad,
de pasos que retumbaban en el alma,
de miradas que nunca olvidaré.
Su fuerza era calma, su calma era guía,
un faro que iluminaba todo alrededor,
y hoy sus huellas se sienten suaves
pero pesan en mi corazón.

Y otra presencia aprende en silencio,
recogiendo todo lo que quedó,
preparada para sostener lo que fue,
para guiar cuando ya no esté.
Lo que un día brilló sigue latiendo,
y lo que viene empieza a despertar,
dos almas negras cruzando la vida,
una enseñando, la otra lista para amar.

Corre, salta, ríe sin medida,
pero guarda en su pecho el eco que quedó,
cada salto lleva la historia escrita,
cada mirada recuerda lo que se perdió.
Y cuando el tiempo apague los pasos antiguos,
el espíritu que aprendió a cuidar
será la luz que no se apaga,
el abrazo que siempre quedará

Y otra presencia aprende en silencio,
recogiendo todo lo que quedó,
preparada para sostener lo que fue,
para guiar cuando ya no esté.
Lo que un día brilló sigue latiendo,
y lo que viene empieza a despertar,
dos almas negras cruzando la vida,
una enseñando, la otra lista

Cada huella que se aleja
enciende otra al caminar…
los ecos de lo que fue
vivirán en lo que vendrá.


Lo que un día brilló sigue latiendo,
y lo que viene empieza a despertar,
dos almas negras cruzando la vida,
una enseñando, la otra lista para amar.

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