Las llaves de mi alma (gato y tres jerbos)

[Intro – voz suave, larga, suave, algo alto)
Sus nombres no son solo nombres.
Son promesas que viven dentro de mí.
No sé en qué momento dejaron de ser solo mascotas
para convertirse en la única razón por la que sonrío cuando nadie me ve.

Kay...
Coki...
Miki...
Y tú, Bigotitos...

[Verso I –opera) piano + cuerdas tenues]
Coki y Miki tienen tres años
y parecen entenderlo todo sin decir nada.
Cuando el mundo se rompe,
ellos solo se acercan
y se quedan quietos…
como si supieran exactamente cuánto duele.

Kay ya ha cumplido dos,
pero su energía me empuja cuando la mía se apaga.
A veces corre tan feliz
que olvido que el mundo no siempre es amable.

[Parte cantada – mas rapido pero lentillo]
Y entonces, está él.
Bigotitos.
Mi primer amor con patas.
Mi primer adiós sin explicación.
Su cumpleaños será pronto.
Tres años casi desde que el cielo decidió llevarlo.
Pero yo no dejo de buscarlo en los ojos de Coki.
Y a veces lo encuentro.
A veces, me engaño para no llorar.

[Refrán largo – sin rima, con intensidad creciente]
Ellos son las llaves de mi alma.
Cada uno sostiene una parte que no puedo mostrar a nadie más.
Cuando todo duele y nadie escucha,
ahí están.
Respirando.
Mirando.
Quedándose.

[Interludio instrumental – solo violines y piano]
(Pausa lenta. Como si suspiraras. Música suave, como el recuerdo de un abrazo.)

[Verso II – más voz, más emoción]
No tengo muchas certezas.
Pero sé que si me voy lejos, ellos me seguirían.
Sé que si pierdo todo, me basta con volver a casa y verlos.
Sé que si alguna vez dejo de creer en la gente,
ellos seguirán creyendo en mí.
Sin condiciones.
Sin preguntas.

[Clímax operístico – voz potente, con cuerdas intensas, opera larga]
Las llaves de mi alma…
no están hechas de metal.
Están hechas de patitas suaves,
de miradas que no mienten,
de compañía silenciosa
que lo dice todo sin decir nada.

[Puente final – tipo lamento lento cantado paso a paso]
Y aunque Bigotitos no esté conmigo, esta aqui,
nunca se fue.
Porque nadie que ama tan fuerte…
puede desaparecer.
Aún esta aqui, es su casa.
[Cierre cantando largo suave)
Kay...
Coki...
Miki...
Y tú, Bigotitos...
Son las llaves de mi alma.
Y nunca voy a cerrar esa puerta.

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